La construcción de taller de escritura #1
1. El epígrafe del libro , es de nuestro ya conocido escritor Jorge Larrosa, frente a la idea de “la experiencia salvaje”, proponga una experiencia salvaje de escritura para sus compañeros de grupo los cuales tendrán que desarrollarla en los comentarios.
Dale click al siguiente audio mientras lees las instrucción: Comencemos
Acaso pudiera recorrerse toda la historia del pensamiento pedagógico como una historia de la desconfianza hacia la experiencia salvaje, no controlada, de la literatura. Y de la invención de mecanismos para conjurar sus peligros. JORGE LARROSA
¡Bienvenidos sean a esta experiencia salvaje! Hoy, ustedes serán quienes posean el control de los destinos de los demás, y para ello, nos adentraremos al "Bosque de los Relatos" un lugar dónde cualquier historia se hace realidad. E incluso, puede que alguna de estas historias sea sacada de la realidad y vuelva a la fantasía.
Esta vez, no estaremos aquí para leer las historias de quienes ya han escrito en este bosque, sino que esta vez, ¡ustedes serán los creadores de las historias! Y, para hacerlo, les invito acercarse y observar estas cuatro especies de árbol. Cada una posee una voz interna, que grita impacientemente que su historia sea escrita. Ustedes mis queridos escritores deberán escoger uno de ellos y escuchar la melodía que llevan adentro. Cerraran los ojos e imaginaran una historia que se desarrolla en este mismo bosque. Luego, cada uno compartirá lo que creo en estos comentarios y así la voz del árbol será liberada y escuchada.
Sin más preámbulo, les invito a que pausen el audio que venían escuchando y escojan entre los siguientes árboles:
Ahora que liberaste las voces de estos árboles a través de sus historias, no olvides comentarlo
Elaborado por: Valentina Araque




Decidí escoger el árbol número 3. Al escuchar la melodía lo primero que se me vino fue un ambiente alegre. Debido a su tronco oscuro, no pude dejar de imaginar un lugar a punto de llegar al invierno. Los personajes que creó mi mente eran: El árbol, un oso, una familia de ardillas y un enjambre de abejas. Lo que está pasando es que los animales buscan refugio en el árbol debido al frío que hace. Gracias al árbol, la familia de ardillas pueden guardar la comida para sobrevivir el invierno y el oso puede rascar su espalda y comer sus manjares. Si bien las ardillas temen en un principio que el oso pueda derrumbar el árbol por su peso, el árbol muestra seguridad a la familia de ardillas diciéndoles que su roble aguanta hasta las más duras tormentas, y que siempre está al servicio de todos los animales que lo requieran. Si ellos desean estar más cómodos, que hagan un trato con el oso. De hecho, el árbol les cuenta que el oso tiene un trato con la abeja reina que tiene a su colmena también residiendo en el árbol. Ellas les permiten comer miel al oso sí él les trae las más lindas flores para conseguir polen. Por eso, las ardillas decidieron hablar con el Oso, y llegaron a un acuerdo de que él puede rascarse y disfrutar sus salmones en el árbol, si él les ayuda a conseguir bellotas para el invierno. El oso acepta ya que su amistad con el árbol es muy grande, y a la final es parte del hogar de todos y así es como cada uno de los personajes pueden convivir con los servicios del árbol, intercambiando servicios entre ellos.
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